En el buceo, como en otros deportes de aventura,
existen destinos míticos que son recurrentes en todas las
conversaciones y anécdotas de sus practicantes. La ruta norte del
Mar Rojo se ha convertido con todo merito en una de las mecas del
buceo y nos ofrece la oportunidad de sumergirnos en el Parque
Nacional de Ras Mohammed, los arrecifes del Estrecho de Tiran ó el
pecio histórico del Thistlegorm, todos ellos lugares de culto para
el mundo del submarinismo. Sin lugar a dudas, un viaje económico que
todo buceador debería realizar al menos una vez en la vida.
El Mar Rojo se dio a conocer a nivel mundial gracias
a las expediciones de exploración que realizaron Hans Hass en los
años 1950 y Jacques-Yves Cousteau en décadas posteriores. Fue a
partir de los años 70 cuando exploto la fiebre del submarinismo en
estas aguas. En 1983 se creó el parque nacional de Ras Mohammed, que
rápidamente cobro fama mundial, y se convirtió en uno de los
destinos de buceo más visitado del mundo, con miles de visitantes
diarios. En la actualidad, para casi todos nosotros, Egipto es el Mar
Rojo, y su principal puerto de entrada es la ciudad balneario de
Sharm el Sheikh, en el extremo sur de la península del Sinaí. Desde
Sharm el Sheikh a Ras Mohammed existen multitud de sitios de buceo
que harán las delicias de los buceadores más exigentess.
Pero, ¿qué es lo que hace del El Mar Rojo Egipcio
un lugar tan especial para el buceo? A nivel ictiológico su riqueza
es inmensa y cuenta con más de mil doscientas especies de peces
tropicales, de los cuales un 17% son endémicas, más de 250 especies
de coral, siendo endémicas un 8%, y miles de espectaculares
invertebrados. Toda esta riqueza da lugar a una biodiversidad
inigualable que nos permitirá en un sólo viaje conocer a la mayoría
de especies representadas en el arrecife de coral. Desde los
tiburones, en la actualidad mucho menos abundantes que hace unas
décadas, hasta grandes cardúmenes formados por peces cirujano,
murciélago, carángidos y barracudas. Además, no debemos olvidar
que en estas aguas se producen grandes encuentros, así que deberemos
estar pendientes del azul para avistar delfines, mantas, tiburones
martillo, tortugas y otros viajeros del océano.
Y por si tanta belleza no fuera suficiente, los
colores ocres del desierto resaltan el azul profundo de las aguas del
Mar Rojo, unas de las más cristalinas del mundo, creando un marcado
contraste entre la aridez de la costa y el vergel de vida y color que
encontraremos justo debajo de la superficie. Si queréis conocer más
información sobre este destino, no os pierdas el siguiente apartado
con la crónica de nuestro viaje al Mar Rojo. Ahora os dejamos un
video de Francisco Bustos para que disfrutéis de las maravillas que
ofrece esta ruta.
Bueno resumiendo una gran experiencia que todo
buceador tener que hacer .
Lo malo de mi viaje fue que me faltaron algunos
amigos y mi mujer , pero en cambio es tuve con karlos y Ana grandes
amigos y conocí a un gran grupo de personas y nuevos amigos